/Crónicas///

Massive Attack – Bilbao (13/09/2007)

Robert '3D' Del Naja, Grant 'Daddy G' Marshal...
9.0
Bizkaia Arena (recortado), Casi lleno
Precio: 32/35 €
Géneros: , ,

SETLIST
Quicksand
A kiss to send us off
Wish you were here
Anna Molly
Pistola
Vitamin
Just a phase
Love hurts
Drive
Megalomaniac
Sick sad little world
Let’s go crazy (versión de Prince)
Oil and water
Dig

BIS
Stellar
Look alive
Aqueous transmission

Ultimamente Bilbao se está convirtiendo en una plaza musical en la que no falta de casi nada, a un paso de ponerse a la altura de Madrid y Barcelona. A veces incluso cuenta con privilegios de ciudad de mediana población como el que nos ocupa. Al ser demasiado arriesgado montar un tercer Weekend Dance en la capital vizcaína, Sinnamon optó por montar un bolo adicional a su mayor reclamo, Massive Attack, potenciando así el caracter exclusivo de la cita en suelo nacional.

Inquietaba de todos modos que la capacidad de convocatoria de Massive Attack no fuera tristemente a llenar un espacio, el del Bizkaia Arena, a la medida de estrellas del pop de radiofórmula o leyendas del rock muy consagradas. Visto que una banda como Muse no consiguió llenar el recinto hace unos meses, era de esperar una asistencia aún menor a Massive Attack. La organización estuvo acertada acotando el recinto de forma que el concierto no se celebró en la zona habitual sino en la planta superior, evitando así la sensacion de dispersión que se hubiera sufrido de abrir todo el pabellón.

|Haciéndose esperar|

Pasando al nivel musical, sabíamos que desafortunadamente no íbamos a ver a los inicialmente previstos Peeping Tom, pero hubo tiempo para encontrar un reemplazo con tirón como Dizee Rascal, aquí no muy popular pero sí en Reino Unido. De hecho parece condenado a venir como telonero a nuestro país. Eso si, cuando vienes de telonero de Red Hot Chili Peppers o de Massive Attack te aseguras el contacto con mucho público nuevo. En formato trío, acompañado de otro MC y un DJ, Rascal lo hizo bien, moviendo a un público más dispuesto a la hipnosis que al hip-hop sucio y con arranques rockeros que practica. Obviamente, cuando la actuación de los de Bristol finalizó nadie se acordaba de haber estado viendo a un tío con un micrófono dando saltos sobre el escenario.

Del Naja y su prole cambiante y extensa se hicieron esperar, saliendo con casi media hora de retraso y suscitando ya silbidos por parte del público, cansado de apreciar las pruebas de iluminación y demás. Precisamente empezó el show dando protagonismo a este aspecto que tan fundamental fue en el transcurso del concierto. Unas pantallas de leds situadas al pie del escenario comenzaron a mostrar datos estadíticos sobre la ciudad del Bilbao. Densidad de población, renta per capita, temperatura ambiente, grado de humedad… iban apareciendo con sus respectivas cifras en castellano y en euskera, dato este último de agradecer, al ver que un grupo se toma la molestia de informarse de las peculiaridades de la ciudad donde toca.

|Relevándose el micro|

Así pues y en este alarde antiglobalizador apareció en escena 3D, con su imponente alineación de bajo, guitarra, teclista y dos baterías, una en cada extremo del escenario. Empieza la cosa un tanto fría, con la tensión y los suaves recitados de «False Flags». Sin el impacto de su video no funciona tan bien y si bien sirve como introducción podría ser recortada de cara al directo. Pero el clima era perfecto para que el público se encendiera con el resorte del Mezzanine y la aparición de Grant Marshal para interpretar la aterciopelada «Risingson». Primera muestra evidente del sonido tremendamente bien ensamblado que Massive Attack, siendo una banda electrónica consiguen tocando sus intrumentos en directo. Y es que aquello sólo se salía de madre puntualmente y cuando ellos querían, dando protagonismo a partes más noise en las guitarras.

El baile de vocalistas había comenzado, siempre bajo la supervisión de 3D, que incluso cantando utiliza su pequeño sintetizador de mano. Entonces salió Liz Fraser (Cocteau Twins) a interpretar «Black Milk», regresó Daddy G para el dub narcótico de «Karmacoma» -única representante del Protection– y volver a tomar el protagonismo Del Naja con el breakbeat ensoñador de «Butterfly Caught», uno de los momentos más netamente electrónicos con apoteósico final. El tono giró 180 grados para acoger una rara avis de la discografía del ahora duo, «Hymn of the Big Wheel», tal vez la canción que más esperanza destila en su oscuro repertorio, merced a su conciliador tono reggae. No cabe duda de que es un himno, más allá de su título y aporta un contraste importante en el tono de alerta de gran parte del concierto.

|Fiesta de hits|

La propia «Mezzanine» continuaría con el repaso de este disco en clave susurrante y un tanto indiferente, pero pronto llegaría una traca en dos pasos. Con los lentos y carismáticos ritmos de «Teardrop» la velada entró en una fase álgida. De la dulzura de la voz blanca se desembocó en la mezcla de electrónica y electricidad guitarrera y la tensión reinante continuó con tal vez la canción más universal de la banda; «Angel». Aquí si se notó más el toque reggae de la voz, que en disco era mucho más neutra, casi ambigua en cuanto a género. Con los penetrantes teclados de «Futureproof» volvíamos a un estado de calma casi catatónica para recuperarnos del shock de escuchar juntos dos de los temas más carismáticos de la electrónica de los 90, pero no sabíamos lo que se venía encima.
Las omnipresentes luces traseras que hacían de la banda poco más que huidizas siluetas comenzaron a mostrar letras a diferentes velocidades con mensajes principalmente sobre las incursiones en Irak, que sentaron como un guante a «Safe From Harm», tema interpretado con escalofrío y acertadamente prolongado con los escarceos guitarreros finales. Mensajes sobre los niños muertos en el conflicto se alternaban con otros titulares más triviales del día en unos paneles que recuerdan los de los parquets bursátiles en una clara sátira de lo que es la política internacional, la economía y los medios de comunicación. Todo ello de nuevo en formato bilingüe, hay que felicitar al equipo que llevan por el esfuerzo extra.

Sin duda fue el momento más grande del concierto la dupla que formó con la tribalidad seductora e hipnótica a más no poder «Inertia Creeps», una de las producciones más perfectas del colectivo y que en directo provoca una catarsis tan efectiva que fue elegida para despedirse antes de los bises. Porque supuesto regresaron para interpretar su primer gran éxito, «Unfinished Sympathy», convirtiendo aquello en una pista de baile de forma definitiva. A destacar, como no podía ser de otra forma, la pletórica voz de la cantante y el espeluznante grito del final de las estrofas, un efecto sobrecogedor ya sea natural o tratado.

Después de esto parecía imposible seguir el concierto manteniendo el climax, cosa que solventaron con un bajón muy pronunciado en la frialdad inicial de «Group Four» y un estallido final con riffs eléctricos y el timbre de voz cortante. Entonces sale toda la banda, que ronda la decena, da gracias como en una función teatral, Del Naja se despide con los «eskerrik asko» pronunciados con mayor naturalidad que haya visto por parte de un artista anglosajón y salen del escenario. Las luces se encienden y el show finaliza… al día siguiente tendríamos los mismos titulares en el espectáculo no tan agradable que son los noticiarios.

Echamos de menos algún que otro tema como el single extraído de Collected, «Live With Me» o «Man Next Door» pero está claro que con ese repertorio basado en el Mezzanine nos damos con un canto en los dientes. Massive Attack demuestran que, aunque sería de agradecer, no necesitan componer más temas históricos para ser una banda de las que puede decirse que es imprescindible ver en directo una vez en la vida. Por si fueran poca justificación las propias canciones o el hecho de haber sido los padres de un subgénero que practicamente comienza y acaba en ellos, está lo apabullante de un set lumínico utilizado con ingenio y elegancia, y que da mucho mejor resultado en un sitio acotado que en un gran festival.

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13 de septiembre de 2007