/Crónicas///

Guadalupe Plata – Bilbao (04/05/2012)

Pedro de Dios, Carlos Jimena y Francisco Luis Martos
7.3
BizBak,
Precio: Gratis

Se celebraba la primera jornada del Bizbak Indie, un festival que iba a traer a algunos de los artistas más interesantes del indie local y de fuera, en una interesante combinación en las tres fechas y en el estupendo marco del nuevo Paraninfo de la UPV. Tan sólo se nos antojaba algo impropio lo de ver a grupos de este tipo en butaca, pero tampoco nos vamos a quejar de comodidades, precisamente.

Comenzaron Manett, banda local que practica un folk-rock indie, muchos americanismos combinados con una mirada al pop lento y algunos toques de tensión que hasta nos recordaron a los últimos Standstill. Pero lo suyo está más libre de aspavientos y se sumerge en una sencillez que tiene su reverso oscuro. En ocasiones se mostraron algo aburridos o con falta de pegada, ya que el concierto transcurrió sin sorpresas.

Todo lo contrario sucedió con Gora Japón. Teníamos al dúo bilbaino por una de las realidades más interesantes del rock experimental, pero no les habíamos visto jugando tanto a buscar el estupor del público como en esta ocasión. Muy alejados del formato más math-rockero en el que él coge la guitarra y ella la batería y le dan velocidad, se dieron un recital de drone y experimentación de guitarra y percusión, torturando al público menos enterado con disonancias y lentitud. Mientras gran parte del público abandonaba despavorido el recinto, ellos no se inmutaban, sino que se complacían de sus propias travesuras, se atrevían con la versión del «All That She Wants» (Ace of Base) que SunnO))) jamás harán o improvisaban unos ‘bertsos’ para finalizar el concierto en clave de humor. Toda una declaración de intenciones cuando tocas en un espacio público y abierto. Lo mejor de todo es comprobar como cambia el matiz de una propuesta así con caras serias y solemnidad o con esta vena más guasona. Nos quedamos con sus maneras, desde luego.

Finalizaron la noche los muy esperados Guadalupe Plata. Me sigue costando descifrar el hype de la banda entre una gran mayoría de público ajena al blues y el rock de garaje. Al fin y al cabo el trío de Úbeda muestra elementos muy clásicos y en persona distan mucho de ser los típicos hipsters que atraen a la parroquia indie con su actitud. Sé que pueden sonar intolerantes estas consideraciones, pero es que algo no cuadra cuando tienes a la plana mayor del moderneo agitando la cabeza con locura ante las catarsis rockeras de los andaluces. Musicalmente, la banda triunfó por méritos propios, oscilando entre lo ruidoso de ese característico aire garajero de auténtica motosierra con algún que otro pasaje hipnótico que se ríe en la cara de la etiqueta «post». Con todo, un concierto algo largo, sobre todo para verlo sentado y flojear en estímulos visuales (a estas alturas ya tenemos el barreño muy conocido). Esta claro que su música y estructuras no escapan a una cierta repetición que es clave de su estilo. Como banda de culto tienen todo ganado, prueba de ello son pequeñas proezas como su último EP junto al armonicista de Chicago Walter Daniels. Como sensación indie, si tiene continuidad, seguiré sin explicármelo.

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4 de mayo de 2012