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Gringo – Bilbao (26/08/2011)

7.7
Bilborock, Medio aforo
Precio: Gratis

Continuaba el ciclo de pop-rock local en Bilborrock durante la Aste Nagusia con una noche a priori muy deudora del sonido de Getxo, localidad que destacó en los 90 en el despertar de la música alternativa que explotó en el mundo anglosajón.

El bautizo de Sweet Oblivion puede dar pie a decepcionantes equivocaciones. Esta banda, liderada por un matrimonio y en parte heredera del Getxo Sound tiene poco que ver con el rock ruidoso de Cujo y Cancer Moon (bandas en las que militó su compositor y una de sus voces cantantes) y tampoco con el sonido de Screaming Trees. Ni siquiera con la carrera de Mark Lanegan en solitario, si bien las comparaciones con sus duetos con Isobel Campbell puedan venir a la cabeza de forma anecdótica. Y es que practican en realidad un indie-folk de voces suaves, masculina y femenina. Dieron de esta forma un concierto agradable y elegante, quizá con elementos demasiado refinados para codearse con las bandas de rock que pasaron esos días por Bilborrock.

Mucho aumentaron los decibelios con sus compatriotas Gringo. Estos si se muestran claros herederos del Getxo Sound, practicantes de un estilo que bebe de la melancolía del indie y el rock de los 90, especialmente la encarada con angustia folk, a lo Dinosaur Jr. De ahí suelen inclinarse hacia escaladas ruidísticas provocando paralelismos con otras bandas desde Mogwai a Low. Sus dos vocalistas contribuyen a polarizar su sonido, una parte más cálida, otra más folkie y apesadumbrada. Dualidad esta que entronca con la depresión y belleza que transmite su directo según el momento. En cualquier caso, el quinteto hizo temblar con sus rotundas estampidas melódicas los cimientos de Bilborrock, como pocos. La propulsión de «Beer» y la introspección dramática de «Ground» volvieron a ser puntos álgidos.

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26 de agosto de 2011