/Crónicas///

Explosions In The Sky – Madrid (04/11/2011)

Mark Smith, Chris Hrasky, Munaf Rayani, Michael James
6.7
Sala San Miguel, Lleno
Precio: 25 €

The Only Moment We Were Alone
Last Known Surroundings
Catastrophe and the Cure
Postcard From 1952
Greet Death
Yasmin the Light
The Birth and Death of the Day
Your Hand in Mine
Let Me Back In

Llenazo hasta la bandera con una nueva gira de los tejanos por España, medio año después de su paso por el festival Primavera Sound. La popularidad del género que practican Explosions In The Sky está ya fuera de toda duda, siendo estos una de las puntas de lanza del género post-rock más emotivo. Lejos quedan los tiempos en que nos visitaban en una sala como Moby Dick, a partir de ahora todas sus visitas van a ser ante mucha gente. Es inevitable decepcionarnos ante esa incomodidad, pero es fruto de un éxito merecido por otro lado. Se han hecho grandes. De hecho se han hecho más grandes de lo que nunca debieron ser, por las cualidades definitorias de su propia música.

Consecuencia directa de esto es el clima molesto que vivimos en la sala San Miguel, que si bien estuvimos encantados durante el concierto de Mogwai, es inaguantable cuando se presenta un sold out por sonido y por incomodidad a todos los niveles. Pero lo más molesto sin duda fueron las largas conversaciones que nuestros vecinos nos brindaban, que por otro lado son tolerables cuando delante de ti está un grupo ruidoso o animado. Probablemente no sea lo ideal, pero no me importa tener esa gente cuando estoy ante un espectáculo de rock and roll al uso, por decir algo, pero si me importa cuando estamos delante de un grupo basado en los ambientes que crean. Sobre todo cuando esos ambientes son de calma y no de tempestad. Explosions In The Sky necesitan tener un clímax que no permite que haya gente que se pase los noventa minutos grabando vídeos con el móvil, parloteando sobre cualquier cosa o rompiendo todos los momentos calmados con onomatopeyas.

Con The Drift ya se paladeaba que el ambiente iba a ser muy irrespetuoso con los artistas que se subían al escenario, o al menos con los cuatro que lo fueran ya nos iban a reventar la velada. También es cierto que el buen hacer del repetitivo rock instrumental de The Drift comenzó de la manera más aburrida con un extenso tema sin apenas variaciones. Este tema condicionó mucho la atención, que poco a poco fueron retomando con temas mucho más intensos y agresivos. A la banda se la nota muy cómoda, pero aún así resultó un concierto quizás demasiado monótono que esperamos poder volver a revisar en un concierto propio.

Las sensaciones que posteriormente nos regalaron Explosions In The Sky vienen dadas por el párrafo anterior sobre la ausencia de clímax ambiental, pero siempre es agradable ver a sus miembros disfrutando y transmitiendo con cada momento. Un auténtico espectáculo ver los estallidos de guitarras con Michael James poseído y el habitual trance espiritual de meneo constante que lleva Munaf Rayani y su guitarra. Dicen algunos que está feo que el grupo no haga bises, pero ciertamente de no tener interrupciones absurdas de palmas, onomatopeyas o gritos, habrían mantenido la tensión emotiva durante 90 minutos. Eso es muy difícil y es lo ideal para una música como esta.

Como ya hicieran con su velada en Primavera Sound se centraron lo justo en el reciente «Take Care, Take Care, Take Care», incluyendo sólo los tres temas que más siguen el sonido típico del grupo «Postcard From 1952», «Last Known Surroundings » y una preciosa versión de «Let Me Back In» para cerrar. Del resto de obras (aparte de la primera) tuvieron su presencia por mediación de dos temas representativos: «All Of A Sudden I Miss Everyone» vino representada como siempre con «Catastrophe and the Cure» y «The Birth and Death of the Day» y «The Earth Is Not a Cold Dead Place» con el habitual inicio de uno de sus mejores temas, «The Only Moment We Were Alone», y «Your Hand in Mine». Quizás lo más gratificante para los que los hemos visto antes fue tener delante «Greet Death» y «Yasmin The Light», de «Those Who Tell the Truth Shall Die…».

Nos encanta que un grupo como este se haya hecho tan grande, porque no sólo su música ha hecho méritos, también ellos con cada visita. Al mismo tiempo nos apena ver cómo eso va a hacer que de ahora en adelante sea muy difícil volver a verlos en las situaciones que su música merece. El concierto del otro día pudo ser tan bueno como el de Primavera Sound, pero ni el público parlante ni la diferencia de sonido de la sala quisieron que así fuera.

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4 de noviembre de 2011