/Crónicas///

Cordura – Barakaldo (06/02/2010)

Anero, Mitxi, Beko, Unai
8.0
Edaska, Unas 30 personas
Precio: 5 €

Sábado lloviznante y primera oportunidad entre una cosa y otra de ver a Cordura presentando en Edaska los temas de su flamante «El Incendio más largo del mundo», disco en el que su antiguo post-hardcore se ha concentrado en estructuras más rockeras sin que esto suponga una fácil asimilación, más bien al contrario. La mejoría eso si es indudable a nivel instrumental y vocal por lo que queríamos ver como se desenvolvían.

Antes tocaban los tolosarras Peachy Joke que según anunciaron emigraban a Barcelona en busca de mejor fortuna con la banda. Lo que teníamos escuchado de ellos iba por una onda clásica pero más relajada, jugando con el blues-rock y los medios tiempos de poso grunge. Pero parece ser que últimamente se han actualizado con temas directos y enérgicos de garaje-rock que desembocan en un directo bastante animado, con un cantante-guitarrista que lleva el peso de la banda, un teclista que no duda en moverse de aquí a allá con su instrumento y un bajista protagonista en el sentido más velasquiano del término. En definitiva que sonaban como unos Arctic Monkeys más retro o unos Wolfmother menos densos, nada nuevo bajo el sol, pero sacaron un gran sonido a la Edaska y eso que les faltaba un miembro. Veremos que tal les va en la capital española del indie.

Después les llegaría el turno a Cordura que arrancarían con el tema que da título e intro al disco, con un oscuro clima y la voz llena de reverbs. Como ya adivinará cualquiera que haya asistido a un concierto de la banda, Anero ejerció de frontman inquieto al que se le queda pequeño el escenario y casi la sala entera, saliendo entre el público, lo cual, dada la familiar asistencia, tuvo especialmente fácil. El setlist obviamente muy basado en su último disco del que prácticamente tocaron todo aunque se nos hizo bastante corto.

Pronto cayeron enormes hits como «Apolitoxicalipsis» o «Negar la Evidencia», esta ya bautizada por la propia banda antes que por los fans como su peculiar versión de Sweet Child O Mine. Sin embargo hemos de decir que la vieja conocida «Si ha fallado lo que nunca fallaría» sigue siendo una de las favoritas en directo del nuevo disco. Estas se entretejían con temas de mayor calado ambiental como la instrumental «Combustión Espontánea», «Lo que dejamos Atras» o «Desconfianza Ciega», patentes ejemplos del giro que la banda ha dado hacia ciertas bandas de rock noventero. Si a eso le sumamos que sonaron más sucias que en disco y retumbando en las paredes de la sala, el sonido noventero era más patente si cabe.

A destacar aparte de la labor de los habituales, la de su batería de reemplazo (Unai, de Eten o Le Noise) que está afrontando los conciertos de presentación con una profesionalidad que nadie lo sospecharía. Se le ve a gusto y hasta entonando las letras. También hay que decir que esta circunstancia será seguramente clave para el hecho de que no toquen apenas ningún tema antiguo. Aún así hubo dos, un vistazo a sus primeros tiempos con «La Misma Piedra» que de hecho no encajó del todo bien entre el resto del repertorio y «Cenizas» como única y definitiva mirada a «La Rídicula Mecánica…» y en la que el bajista de Peachy Joke se lanzó al escenario.

Otro más que buen concierto a sumar al currículum de Cordura… aunque personalmente tengo ganas de que pase un poco el periodo de presentación del disco para que puedan hacer setlists más cuadrados donde más temas de su segundo disco tengan cabida. Tal vez por ello, dado su tono más brioso emparentado con sus viejos temas, eché en falta del nuevo disco «La Más Amarga Despedida». Por fortuna y pese a todo, las despedidas de los conciertos de Cordura dejan una sensación bastante lejana a la amargura.

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6 de febrero de 2010