/Crónicas///

Bilbao BBK Live – Bilbao (08/07/2011)

7.7
Kobetamendi, 30000
Precio: Abono 110 €

SETLIST KAISER CHIEFS
Everyday I Love You Less and Less
Little Shocks
Never Miss A Beat
Modern Way
Long Way From Celebrating
Ruby
Starts With Nothing
I Predict a Riot
Take My Temperature
Kinda Girl You Are
The Angry Mob

Encore:
Oh My God

SETLIST KASABIAN
Club Foot
Where Did All The Love Go?
Underdog
Shoot The Runner
Velociraptor!
Take Aim
Empire
Fast Fuse
Misirlou (Dick Dale)
Vlad The Impaler
L.S.F. (Lost Souls Forever)
Switchblade Smiles
Fire

Tras los pioneros del rock vasco Zarama, Noisettes seguían animando la jornada del viernes ante la poca gente que se congregaba a primeras horas. El bajón de público respecto al jueves parecía notable y eso pese a contar la jornada con pesos pesados para el público británico como Kasabian o Kaiser Chiefs. Pero está claro que Coldplay tiraron demasiado incluso para un jueves. Volviendo a Noisettes, hicieron al público moverse a ritmo de una mezcla de pop y tintes soul pero que no parecía cuajar del todo pese a la buena actitud de su cantante.

A The Mars Volta les tocaba el duro papel de defender su música, cargada de rareza y psicodelia, con luz de día y a temprana hora. Ahí nos apareció la banda capitaneada por Cedric y Omar, la primera diferencia estética que notamos fue el pelo corto y liso de Cedric, en contraste con su melena rizada o casi afro de otras ocasiones. Lo que no han cambiado son otras variantes, como esa infusión que toma cada dos por tres para mantener la voz en buena condición y desde luego, los estratosféricos bailes que es capaz de protagonizar, a menudo no sabiendo uno si tropieza o es parte de una coreografía tan caótica como su música en ocasiones.

No hubo apenas pega técnica (más allá de los golpes de micro de Cedric) ni de entrega a su concierto, centrado instrumentalmente en un simpático Omar que acostumbra a tocar medio encarado hacia atrás en postura totalmente opuesta a un «guitar hero» de su talla. Su batería también era un auténtico foco de atención. La gran pega la conoce cualquier fan. Un repertorio ampliamente basado en temas aún por editar que dejaron a la gente atenta y respetuosa, pero parada en el sitio. Los nuevos temas parecían seguir la línea más concreta y normalizada de su último lanzamiento, aunque ya veremos en qué quedan. Lo decimos sobre todo al verles terminar con una «Goliath» a tempo más lento y sostenido, que en todo caso sonó a gloria después de toda la paciencia. Justo antes sonó el otro único tema conocido, nada menos que «Inertiatic ESP» que fue fácilmente el momento del concierto y sin duda el más eléctrico y agitado.

TV On The Radio por su parte utilizaron su tiempo para ofrecer un concierto lo más festivo que pudieron. El sonido no les acompañó nada y la mezcla borrosa de electricidad, percusión y vientos no les hizo justicia, pero en todo caso en la actitud se les vio triunfantes y contagiaron. Lo dicho un repertorio más acorde a sus tiempos modernos que a la excentricidad de un Cookie Mountain del que apenas rescataron su megahit «Wolf Like Me» para ir cerrando. Una pena y aún así, entretuvieron.

También lo hicieron unos Vetusta Morla que intercalaron bien temas de su reciente «Mapas» con los temas de su primer disco que a estas alturas son ya clásicos para su público. Mucho público congregado en el escenario grande, en el que ya triunfaron hace un par de años. Esta vez la sorpresa era menor, pero se ratificó que un grupo madrileño resultó ser uno de los reclamos más esperados del día para mucha gente. Siendo testigo de ello, sólo se puede decir que son una muy buena banda que ha tenido mucha suerte, pero eso no les quita valor. Eso si, los temas de su nuevo disco en directo siguen sin llegar a demasiado con la previsible excepción de «El Hombre del Saco», donde sacan partido a sus percusiones y su lado más rockero.

Kasabian resultaron otros de los triunfadores del festival y eso pese a que su sonido no resultó nada acertado. La banda acumula ya mucho single curtido en las listas del indie más masivo y están acostumbrados a ofrecer conciertos como cabezas de cartel. Visto todo ello, es normal que sin esforzarse demasiado eclipsaran con sus luces estroboscópicas y un conjunto de temas sobre los cuales destaca «Fire», aunque hay que decir que tiraron de versión de Dick Dale consiguiendo uno de esos momentos que levantan conciertos.

Pero sin duda lecciones dieron Suede a todo britpopero, ya tocara antes o después que los de Brett Anderson. Entrega, grandes canciones, voz en su punto, desenfreno y afección glam. Tienen tantos hits que no dudaron en cascarse unas «Thrash» o «Animal Nitrate» al poco de empezar, a bocajarro. Quién pudiera creerse que estaban en el festival por un revés del destino ocasionado por las adicciones de Amy Winehouse. El azar sonrió a cualquier melómano que anduviera por Kobetas. haciendo bailar con «Can’t Get Enough», enterneciendo con «Everything Will Flow» o despidiéndose de la mano de la coreada «Beautiful Ones» y «Saturday Night», dejaron el escenario con un tema de bajón, demostrando que en el britpop hubo un momento que no todo era fiesta, cerveza y tocar en Benicassim. Aún con todo, el abundante espacio libre en torno al escenario grande demostraba que Kaiser Chiefs que vendrían después eran mayor reclamo.

¿Que tal lo hicieron Kaiser Chiefs? Pues como hace dos años pero peor. Eso no libra el saldo del buen concierto, pero cuanto más se alejan de su efervescente primer disco, más sosos resultan. Su incombustible cantante estuvo esta vez más preparado de poner caras a la cámara que de corretear por el recinto como aquella otra vez. En definitiva, «Everyday I Love You Less and Less», «Modern way» o «I Predict a Riot» se erigieron como pilares de un concierto a lo largo del cual estuvieron bien distribuidas. No parecía nada al azar. También «Ruby», convertida en gran himno de estadio, pese a su escasa sustancia. Notamos y mucho la ausencia de «Na na na na na»… encarnación a la enésima potencia del estilo divertido que un día encarnaron y que no parece que vayan a recuperar con su nuevo «Future is Medieval».

Nos quedamos pues con el fin de fiesta a cargo de los neoyorkinos !!!. Su frontman Nic Offer estaba desde el primer momento listo para darlo todo con sus shorts ochenteros y su camiseta de rayas para moverse espasmódicamente a los ritmos de funk y disco que la formación de rock evoca constantemente. Una música de baile diferente a la electrónica tan acostumbrada a cerrar festivales, pero más vibrante y sudorosa si cabe. Eso si, todo ello hubiera quedado en poco seguramente sin la actitud del citado cantante y bailarín, todo el rato animando al público, metiéndose a bailar entre él o restregándose lascivamente con las primeras filas. Curioso cuando llegó a comentar que se le olvidaba lo loquísimo que estaba el público por estas latitudes, ya que dificil lo tenía para estar a la mitad de su altura. Finalizó un concierto con una chaqueta de luces aumentando aún si cabe la divertida parodia disco en que se convirtió su festivo concierto.

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8 de julio de 2011