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Belako – Bilbao (27/11/2015)

8.0
Kafe Antzokia, Completo
Precio: 12/15€

Esa noche teníamos en el Kafe Antzokia un cartel genial, con tres bandas distintas, pero de un segmento de indie ruidoso potencialmente afín. Nos hubiera gustado que fuera eso lo que justificara el sold out, pero estaba claro que el tirón de Belako eclipsaba a las otras actuaciones de la noche. Por tanto, esta crónica debe, pese a no olvidar a nadie, centrarse en el fenómeno. Porque Belako son un fenómeno raro, de esos que igual no volvemos a vivir. Y son un fenómeno popular, digno de estudio.

Pero empecemos con una sala medio vacía a eso de las 22:00 cuando les tocaba salir a escena a Yellow Big Machine. Había sold-out desde hace días, pero la noche era larga y la gran mayoría iban a ver a Belako. Pero, ¿a quién iban a ver Belako? Pues a sus compañeros. Para empezar, a Yellow Big Machine dándolo todo en primera fila, cantando y botando como si estuvieran en un concierto de cualquier banda mítica. Y los de Bilbao no son míticos, pero sí viejos conocidos de nuestra escena por ese indie-rock que desde los parámetros de El Inquilino, Pixies y Sonic Youth, adopta posiciones más contundentes (su batería sigue imprimiendo una fuerza desbocada) y ruidosas. Parte de su repertorio tiene más cuerpo que ganchos melódicos, algo acrecentado por el sonido de bajo reventón, pero ellos siguen fieles a su visión y cuando se ponen a «conquistar el mundo» nos ponen a hacer headbanging como nadie.

Después saldrían a escena Perro, la banda foránea que quedaba en mitad de este sandwich de rock alternativo. Con su cambio de roles en directo, algo que comparten con Belako, venían a presentar un segundo disco del que no tiraron demasiado, siendo ausencia sus mejores canciones en humilde opinión del que firma. Pero a cambio, fue con una de las nuevas, esa punki «Azul Mayoría Absoluta», con la que encauzaron el concierto de verdad, tanto en sonido como en actitud. Si a esta tormenta de ruido le das continuidad con un hit como «La Reina de Inglaterra», tienes las dos caras de la fórmula de una banda que está entre dos mundos. «Droga Porro», «Bicicleta» o como no, el kraut deportista de «Marlotina», serían otros de los highlights de la actuación, quedándoles un poco deslucida ya que estamos otra de mis favoritas nuevas, «Rencor Sabadell».

 

BELAKO, ¿UN NUEVO PARADIGMA?

Y ahí quedábamos a merced de Belako, la banda que en apenas dos años ha salido de Mungia para comerse el mundo. No lo han hecho con un disco redondo (aún), ni con una campaña mediática brutal y esa parece la clave de que sean tan genuinamente queridos. Lo han hecho por su juventud, su gracejo y una mezcla influencias y cultura musical impropias de su edad. Viéndoles, sientes que esta generación ha superado muchas limitaciones y tras años de sectarismos, ha vuelto a entender el pop y el rock de una forma universal. Porque no suenan a otra banda en particular pero cuando su rock alternativo (etiqueta segura) suena en directo, se sacuden aquí y allá los fantasmas de Rage Against the Machine, de New Order, de Nirvana, de The Police, de Muse… Hacen bailar, hacen botar, hacer air guitar, cantan melódico, gritan y hasta emiten algún gutural, se turnan el micro y el teclado, bajan la bola de espejos para hacer disco y a continuación hacen punk y noise.

Y en conjunto, lo que podría parecer un batiburrillo, termina como una verbena en el mejor de los sentidos y uno no sabe si fijarse en sus peripecias de rockstars de andar por casa (bajar al público, subirse a los amplis, bailar como locos…) o mejor mirar al público. Porque ahí es dónde se detecta que Belako son algo especial, en la reacción de la gente, en las sonrisas, en los impresionantes botes y pogos al ritmo de una banda nueva, especialmente en un panorama como el del rock a día de hoy en el que lo masivo ya sólo parecían reuniones de clásicos y grupos de baile fácil que encabezan festivales. 

Por todo esto y porque «Southern Sea», «Sea of Confusion» o «Haunted House» ya son recibidos como clásicos, mientras que temas nuevos como «Track Sei« apuntan en buena dirección, Belako son una esperanza para el rock que ojala sea punta de lanza de un resurgir de la escena vasca. Ahora sólo queda que su público siga sus pasos y se le vea tanto como a estos músicos, en conciertos de otras bandas de la escena local.

 

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27 de noviembre de 2015