/Crónicas///

Ama Say – Bilbao (10/02/2011)

Gontzal Bilbao, Igor 'Topo' Bilbao, Mikel González, Gorka Molero
8.6
Kafe Antzokia, Medio aforo corto
Precio: 5 / 10 € con CD

Como ya ocurriera con el concierto de Split 77, tiene pinta que cuando haya fecha en el Kafe Antzokia de presentación de disco de bandas «amigas» del local, los asistentes vamos a beneficiarnos de precios populares. No nos quejaremos de poder ver en este caso por 5 euros un concierto en todo un Kafe Antzokia de dos bandas como Ama Say y Yakuzi, pasado (en el buen sentido) y presente de la música alternativa vizcaína.

Aunque ambos presentaban disco, los protagonistas eran lógicamente Ama Say, quienes también congregaban a una mayoría del público, ya de cierta edad. Pero los primeros en salir fueron Yakuzi ya con un retraso importante que auguraba que aquello iba a terminar a horas intempestivas, como así fue. Los de Elorrio tocaron bastantes temas de su reciente disco intercalados con las ya ratificadas apisonadoras de ruido de sus anteriores trabajos y la cosa no desentonó. 

Continúan cabalgando entre el noise y el post-rock con riffs terriblemente densos y baterías salvajes y precisas, si bien parece que se animan a utilizar un poco más la voz, tampoco demasiado. Si que dio la sensación de que los momentos melódicos no quedaban del todo realizados entre la muralla de ruido y curiosamente nos han apabullado más en salas impropias como el Aurki o el Departamento 06, pero bueno, el efecto sorpresa puede mucho y el asalto sonoro del cuarteto sigue siendo implacable.

Después llegarían Ama Say que me descolocaron bastante ya que su alineación había cambiado notablemente desde la última vez que había tenido ocasión de verles, concretamente en el BBK Live hace un par de ediciones. Su guitarrista había cambiado (siendo ahora un miembro de los propios Yakuzi) y en vez del parapeto tras el que se escondía el teclista, había un teclado solitario a la derecha del escenario con una silla vacía durante toda la primera mitad del concierto. Ellos iban poco a poco mezclando temas nuevos con viejos en ese estilo único de fagocitación del indie-rock de 80 y 90s en forma de crisol angloeuskérico.

Los Pixies continúan en lo alto de su fórmula de alternancia de melodías y poderosos riffs. Cuando son especialmente heavies, llegan a recordar a Nirvana, ese grupo que se hizo famoso inspirándose en la propia banda de Boston. Y es que «Ajea» o «Hamar» nos llevan años atrás, a cuando experimentar con el noise y la melodía era lo que se llevaba, cuando teníamos allí a Sonic Youth y Pavement, y aquí a El Inquilino Comunista. Como pasa en todos los practicantes del género indie-rock, en directo la distorsión cobra vida, serpentea y carga aún más la atmósferas, cruzando el puente del pop al ruido.

Pero Ama Say siempre han llevado ese sonido un poco a la rareza y experimentación, añadiendo teclados por ejemplo, influencia más procedente de los 80 británicos, de The Cure o Joy Division. Esta vez no hubo muchos, pero los puso finalmente Maite Arroitajauregi (Mursego), que salió a manejar el solitario teclado del que hablábamos, de paso tocar el cello y hacer unos coros. Casi nada para una colaboración. También Txap de Lisabö saltó al escenario para añadir un extra de ruido del que la banda va sobrada pero que fue bienvenidos. Acompañamientos que demuestran lo bien codeados y considerados que están Ama Say entre la escena euskaldun.

Los temas nuevos aún no los tenemos del todo asimilados y habrá que darles su tiempo para airearse, pero de lo que estoy seguro es que merece la pena escuchar himnos del tamaño de «Gaua», «Ikusi Ditut Umeak» o «Amatesekin ametsetan» tantas veces como sea posible.

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10 de febrero de 2011