/Crónicas///

Viva Belgrado – Madrid (13/01/2017)

Ángel, Álvaro, Pedro, Cándido
8.0
Moby Dick Club, Lleno
Precio: 10 €

Buena cita triple la que no deparaba la remodelada sala Moby Dick de Madrid, con el muy esperado regreso por todo lo alto de los cordobeses Viva Belgrado a la capital del reino.

Decíamos que Moby Dick, una de las salas más importante de Madrid en los últimos 20 años, había tenido un lavado de cara en los últimos meses y que un servidor pisaba por primera vez sus nuevas paredes en este concierto. Para el que la haya pisado alguna vez que se olvide de la ubicación de los baños y de la antigua barra, pues se ha vaciado toda esa parte delante del escenario para poner en medio de ese espacio la barra. A priori, con poco aforo, podría ser una buena idea para ganar en visibilidad y amplitud, pero la realidad (sobre todo en un concierto de lleno absoluto) fue todo lo contrario: el paso a los baños ahora subterráneos era un cuello de botella terrible, la barra en general es demasiado ancha y, para colmo, la visibilidad se queda como estaba. Vamos, que se agradece que sean una de las pocas salas con ganas de mejorar, pero la sensación fue demasiado agobiante.

Abrieron la velada Ordesa, dúo acústico de origen charro, que sólo consiguieron contentar a la parte delantera de la sala (la que si que tuvo intención de escucharlos). Detrás la sensación era otra, pues el carácter intimista y denso de la formación chocaba de bruces con el habitual run-run de charla que se amplifica en esta sala madrileña. Los que si lo tuvieron mucho más fácil fueron Wild Animals, también alejados estilísticamente de Viva Belgrado pero con una colección de canciones que agradece cualquiera con siquiera una escucha. Dieron un repaso bastante completo a su cancionero, sonando lo más granado de «First Songs EP» («Cruel Cages», «Crubs», «Marlene»…) y la práctica totalidad de su debut en formato largo «Basements: Music To Fight Hypocrisy» (quizás «Avocado», «Heavy Metal Saved My Life», «The Empire Strikes Back», «Logic Makes No Sense» y el colofón con «Elevator Boy» los temas más destacados). El trio volvió a entregar hasta la última gota de sudor durante su actuación, sonando nítido y bien ejecutado como nos tienen ya acostumbrados. Es difícil no pasárselo bien.

Wild Animal en Moby Dick

Llegaba el turno de la banda principal de la noche. No se yo si será una sensación personal fruto de vivir en el entorno en el que vivo pero el caso es que no soy el único que tiene la sensación de que los chicos de Viva Belgrado han conseguido un éxito verdaderamente sorprendente practicando el estilo que practican. Vale que ese trasfondo post-rock facilita las cosas, pero es curioso ver como se han ganado una base de seguidores poco habituado a voces tan cercanas al screamo o ciertos aires hardcore tan especiales. De entre los que llenaron la sala el otro día en Madrid tuvimos una gran mayoría de chavales menores de, digamos, 23 años. Y eso es una noticia estupenda.

Yendo al grano, la verdad que los cordobeses llevan meticulosamente preparado un show que picotea de entre los detalles más cuidados de sus mejores cualidades. Una especie de balance entre el bien y el mal entre la calma y el huracán. Pero de la manera más sincera, entre temas tan épicos y coreados como fueron «Calathea» o «Annapurnas» y la rabia con que sonó a  un volumen brutal «Pleiades/Pasaportes» o «Erida». Como si todo encajase bien, sin necesidad de caretas ni de forzar una identidad. Si todo esto lo redondeamos con temas de su excepcional «Flores, Carne» como «Báltica» y «De Carne y Flor» o de la visita a su debut con «El Gran Danés», nos queda un concierto que no hará más que catapultarles a una sala todavía más grande en la próxima ocasión. Da gusto ver bandas haciendo algo tan especial con un público delante que no para de crecer. Que siga la racha.

Viva Belgrado en Moby Dick

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